La Polinesia Francesa queda lejos de todo: las masas continentales más próximas son Australia, 5,2 mil kilómetros el oeste, y América del Sur (más precisamente Chile), 6 mil kilómetros al este. Sólo seis islas tienen más de 100 kilómetros cuadrados, y el número de habitantes de todas ellas no llega a 250 mil. Por ser territorio francés, el presidente es el mismo que el de Francia.
Hay que aclarar ante todo que Taití es sólo una de las 118 islas de Polinesia Francesa, esparcidas por el Pacífico Sur y conocidas genéricamente por el nombre de la mayor y más famosa de ellas que alberga la capital, Papeete , y esta está lejos de ser la más bonita.
Las fotos de folletos promocionales sobre el Taití, generalmente son de otros sitios, como Bora Bora y Rangiroa. La primera dio al mundo una novedad tan importante para el turismo como los biquinis en las playas y los bungalós construidos sobre el mar. La segunda está cercada de corales que forman una enorme piscina natural, considerada, entre muchos buceadores, la mejor del Pacífico Sur.
A finales del 19, cuando Gauguin pasó un tiempo por allí, la Polinesia ya poblaba el imaginario de los europeos como ideal de paraíso. Hoy, turistas adinerados vienen de todas las partes en búsqueda del mar de absurdos tonos de azul enmarcados por resorts que nada quedan debiendo al paisaje el equilibrio perfecto entre el glamour francés y lo exotismo de isla aislada. A pesar de la caída de los precios viajar allí continúa costando una fortuna, pero, cada vez más, es un sueño posible.
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